martes, 1 de septiembre de 2015

TUS HIJOS, un poema de Khalil Gibran

Hola mis queridos padres valientes!

Hoy les comparto este poema maravilloso, que nos recuerda el valor que tenemos los padres para amar a nuestros hijos de manera de educarlos para que sean libres y felices!


Tus hijos no son tus hijos,
son hijos e hijas de la vida
deseosa de sí misma.
No vienen de ti, sino a través de ti,
y aunque estén contigo,
no te pertenecen.

 
Puedes darles tu amor,
pero no tus pensamientos, pues,
ellos tienen sus propios pensamientos.
Puedes abrigar sus cuerpos,
pero no sus almas, porque ellas
viven en la casa de mañana,
que no puedes visitar,
ni siquiera en sueños.

 
Puedes esforzarte en ser como ellos,
pero no procures hacerlos
semejantes a ti
porque la vida no retrocede
ni se detiene en el ayer.

 
Tú eres el arco del cual tus hijos,
como flechas vivas son lanzados.
Deja que la inclinación,
en tu mano de arquero
sea para la FELICIDAD

KHALIL GIBRAN 

lunes, 3 de agosto de 2015

Hijos Adolescentes: ampliar espacios y estrechar corazones

Buenos días mis queridos padres valientes!

La adolescencia es una etapa en la que el individuo está reinventándose, cuestiona sus aprendizajes pasados, trata de entender su momento presente y de crear una nueva imagen de si mismo y entender cómo relacionarse con el mundo. Se enfrenta a cambios físicos y hormonales, aún no deja ir a su niño y no ha recibido a su adulto.

Para los padres puede ser una etapa de grandes retos, pues en un corto espacio de tiempo su hijo puede vivir con intensidad diferentes emociones. En su necesidad de descubrirse, negará todo lo que era, aún si hemos sido los mejores padres del mundo, necesitará una excusa para marcar distancia de nosotros. Querrá su cuarto sólo, que toques a la puerta antes de entrar, que no lo molestes cuando se está bañando, ni lo interrumpas en su cuarto, no te intereses en su vida más allá de ¿Cómo estás?, dará respuestas cortas y evasivas a nuestras preguntas, no querrá salir con nosotros, sus expresiones generalmente serán de desagrado, hará notorio que cree que sabe más que nosotros, y muchos otros comportamientos de este tipo.

En mi casa hemos creado la costumbre de rezar con mis hijos antes de dormir, y nos turnamos la oración del día una vez cada uno, salvo excepciones es algo que hacemos todas las noches. Inesperadamente un día llame a mis hijos para rezar, como generalmente lo hacía, y mi hijo mayor, de 14 años, me dijo con voz MUY SERIA...yo voy a rezar sólo...sin exagerar fue como una daga en el estómago, en un instante quise decirle mil cosas a mi "pequeño" y ninguna era para halagarlo, pero me contuve, y le hice saber lo mucho que me gustaba rezar en familia y le pedí que realmente rezara antes de dormir, me fui y seguí el rezo con el menor.

Al principio me sentí muy enojada, pensando en lo egoísta que estaba siendo mi hijo, y como no le importaba la familia, pero luego tuve que reconocer que lo que en realidad se había apoderado de mi corazón era la tristeza de que mi pequeño se sintiera mejor sólo.

Cuando los padres vivimos estas experiencias se pone a prueba nuestra madurez para comprender lo que nos pasa a nosotros ante estas situaciones y resolverlas de manera de sostener la armonía y el amor de la familia, más allá de actuar desde nuestras heridas y provocar un distanciamiento.

La reacción inmediata sería regañarlos, decirles todo lo egoístas que están siendo, sacar en cara todo lo que hacemos por ellos para que nos paguen de ese modo, etc. etc. etc. y eso no sería darle su espacio, sería crear un abismo entre nuestros corazones.

Nuestro adolescente necesita y reclama su espacio para poder crear su propia identidad y sentirse independiente, no es contra nosotros, se esta preparando para una vida adulta y no lo puede hacer si nosotros seguimos indicando lo que se hace y no se hace, cómo y cuándo. Pero, en este proceso de crear su independencia necesita sentirse amado más que nunca, el amor incondicional de sus padres le dará la seguridad que necesita para enfrentar esta etapa de mejor manera, si siente que el amor de sus padres está en juego y condicionado a la aprobación de sus conductas, la lucha se tornara más difícil pues podría experimentar mucha injusticia y culpa, lo que crearía un coctel de emociones explosivo.

Esa noche, cuando mi hijo no quiso acompañarnos a rezar,  tuve el impulso de no pasar a su cuarto a darle el beso y la bendición de buenas noches, lo cual habría sido una conducta muy infantil de mi parte. En su lugar, pase a su cuarto, pedí permiso para entrar (la puerta estaba abierta, ya que una de las normas de la casa es no encerrarse en los cuartos, pero lo cortés no quita lo valiente), le di un fuerte abrazo, un gran beso, una cálida bendición y le dije que lo extrañamos en el rezo.

Padres...el adulto somos nosotros. Si nosotros no somos capaces de entender y regular nuestras emociones, ¿por qué esperamos que nuestros hijos lo hagan?...se enseña con el ejemplo.

Darle su espacio es dejarlo tomar decisiones y asumir consecuencias, respetar su derecho a sentir, a elegir dentro de las normas de la casa, de hablar cuando lo desee, de proponer, de participar de los acuerdos familiares, es tratarlos como una persona que está practicando para ser adulto, dentro de los límites que la edad y la familia requieren.

Darle su espacio no es dejar de abrazarlos cuando lo permitan porque estamos tristes o enojados, no es devolverles gestos de desagrado, ni hablarles seco y golpeado, ni evitar el contacto con ellos, ni dejar de darles las buenas noches, no es portarnos más rebeldes que ellos ni querer demostrar que tenemos el poder para decidir sus vidas.

Mientras lo acompaña a entrenarse para su rol adulto, hágale sentir que esta cerca, que Ud. entiende que él o ella está pasando por una etapa de retos, y que Ud. está allí para acompañarlo, hágale saber que cree en él o ella, y que su amor no depende de nada, y siempre que se lo permita esté allí para dar amor y corregir con amor, elija sus batallas.

domingo, 14 de junio de 2015

Los 7 "pecados" de los padres que "no son lo bastante buenos" - Gael Lindenfield

Hola mis queridos Padres Valientes!


En una de las ediciones anteriores compartí las 7 virtudes de los padres perfectos, del libro, "Cómo Desarrollar la Autoestima en Niños y Adolescentes", Gael Lindenfield. En esta ocasión quiero compartir los 7 "pecados" de los padres que "no son lo bastante buenos" del mismo libro. A continuación una síntesis del apartado al que hago referencia.


  1. Egoísmo: querer que los hijos satisfagan, en primer lugar y por encima de todo, sus necesidades como padres. Manipular a los hijos para que se desempeñan en algo de lo que los padres puedan sentirse orgullosos. Darle prioridad a las necesidades y placeres de los padres por encima del desarrollo de sus hijos.
  2. Ojeriza: valerse de su figura de autoridad y no respetar los derechos de sus hijos, en diferentes formas: herir física y emocionalmente a sus hijos, descargar ira y odio en ellos, negar comodidades porque los padres no las tuvieron, procurar derrotar a sus hijos por todos los medios, decir siempre la última palabra, estropear el orgullo que sienten los hijos por un éxito obtenido, valorando más los éxitos y logros personales del padre.
  3. Infalibilidad: mostrarse superiores al decir lo qué es mejor, no valorar lo que hacen los hijos, indicar con absoluta seguridad el significado y la finalidad de la vida impidiendo que los hijos desarrollen su propio significado, no confesar sus errores, ser incongruentes en lo que exigen y hacen.
  4. Escepticismo: desalentar constantemente destacando lo que podría ir mal, cómo podría hacer mejor las cosas, sembrar desconfianza de la gente, de ellos mismos y del mundo.
  5. Pesadumbre: padres que mantienen un sentimiento de pena hacia ellos tan grande que les impide acompañar a sus hijos en vivir la alegría de la vida, miran el pasado constantemente con nostalgia, como si fuesen los únicos tiempos buenos posibles para ellos, enseñan a sus hijos a sentir pena por ellos e incluso a cuidarlos por encima de sus propias necesidades, aferrarse a su dolor y tristeza de manera que les impida disfrutar de los éxitos y logros de sus hijos, colocar en los hijos la responsabilidad de sanar o compensar la vida de sus padres siendo o haciendo algo que los padres desean.
  6. Servilismo: padres que están al servicio de todo lo que se les pide, logrando un nivel de cansancio y amargura que agota la alegría y la energía para acompañar a sus hijos. Hacer demasiado por sus hijos para después demandar y sentirse postergados. Mostrar falta de respeto o de gratitud.
  7. Estancamiento: resistirse al cambio y a las nuevas ideas, controlar demasiado a los hijos para que estén seguros y haciendo aquello que los padres consideran adecuado, dejar poco espacio para la espontaneidad y para enfrentarse a situaciones nuevas e interesantes, descubrir nuevos horizontes.
Es increíble como con en nuestro afán por proteger a nuestros hijos podemos hacerle mucho daño mermando su autoestima. Esta información es una invitación a cuestionar ciertas conductas limitantes que podríamos tener hacia nuestros hijos y cambiarlas.

Un fuerte abrazo!

Yaneth

lunes, 25 de mayo de 2015

Hijos Protagonistas Nro 5. - No Soy un Títere - El Efecto de Mis Creencias en Mis Emociones

Hola a todos los lectores de este blog!

Nací y crecí en una familia humilde, para mi Mamá, lo único que ella podía darnos para que al crecer lográramos el éxito en nuestras vidas, era educación, y por educación se referiría al colegio. 

Quiero hacer un apartado aquí. En mi familia somos 3 hermanos, todos fuimos a colegio privado, aunque no hubiese que comer, ya que de esto "dependía el futuro", seguimos una carrera universitaria, conseguimos buenos trabajos, y pasaron muchas cosas, al día de hoy ninguno de los 3 trabaja en lo que estudio, todos tenemos una familia con muchos retos, pero estamos al frente y buscando ser mejores cada vez. Les aseguro que eso no lo aprendimos en el colegio, eso nos lo enseño ella, aunque no lo valoraba, fue lo mejor que hizo por nosotros.

Volviendo al tema...entre las cosas que nos enseñó mi Mamá están: el tiempo es oro, hay que hacer muchas cosas a la vez para aprovechar el tiempo, si pasábamos un rato haciendo nada, nos conseguía oficio, no podía vernos desocupados. Ya se imaginan cuál es la idea que tenemos nosotros acerca del valor del tiempo, es algo como esto "el tiempo no alcanza para nada y si lo pierdes nunca harás nada con tu vida."

Desde esta creencia, cómo piensan que se viven situaciones cotidianas, como: ir en el tráfico, esperar en un consultorio u oficina, que alguien no cumpla la hora de su cita puntualmente, cuando una persona te piden que le hagas un favor, entre otras. Todas estas situaciones nos parecen TERRIBLES ya que nos quitan tiempo, y por lo tanto nos resta posibilidades de lograr el éxito, así que nos invade la angustia, el enojo se apodera rápidamente de nuestra razón, y generalmente actuamos de formas inconvenientes. ¿Será que todas las personas viven este tipo de eventos de la misma forma que nosotros lo hacemos, o para otras personas puede ser bastante normal que se pierda algo de tiempo?

En otra entrada de este blog, habíamos comentado que las emociones tienen que ver con el pensamiento, ahora entendemos cómo ese pensamiento es la forma en que interpretamos un hecho, que es totalmente personal y que tiene que ver con nuestras creencias, las cuáles se forman a través de nuestra historia.

Estas creencias, que determinan la forma como vemos el mundo y como actuamos ante las circunstancias que se presentan, las hemos aprendido, sobre todo, con las personas a cargo de nuestra crianza, y así mismo, se las enseñamos a nuestros hijos sin advertir lo limitante que pueden ser para ellos.

El reto es atrevernos a descubrir y resignificar estas creencias que nos limitan, por creencias que nos ayudan a elegir acciones más acordes con el tipo de vida que queremos tener, y modelar desde aquí para nuestros hijos.

Si recurrentemente estás experimentando situaciones similares que desencadenan una emoción con una intensidad que te llevan a tomar acciones que no resultan positivas para tu vida, pregúntate:

¿Qué significado le estoy dando a esta situación?
¿Por qué me siento de esta manera respecto de lo que paso?
¿De dónde proviene esta idea mía acerca de este tema?
Cuando actúo desde esta idea ¿consigo los resultados que deseo en mi vida o no?

Responde honestamente, y decide qué quieres tener en tu vida y qué quieres enseñar a tus hijos.

Un fuerte abrazo!

Yaneth


miércoles, 20 de mayo de 2015

Artículo: 5 claves para generar emociones positivas en tu hijo

Hola mis queridos pares valientes!

Les comparto este artículo que ofrece información importante acerca de cómo generar un entorno adecuado para facilitar las conversaciones y la relación con nuestros hijos.

Debo decir que no estoy de acuerdo con la parte que dice "las emociones no se pueden ignorar, mucho menos controlar y menos aún manejarla," yo, no sólo creo que las emociones se pueden manejar, lo he hecho y me ha ayudado mucho a mejorar la comunicación y las relaciones con personas cercanas. Lo he trabajado con mis hijos y han logrado avances increíbles. Lo enseño en el área organizacional y personal como coach y también he visto resultados interesantes. Pero me parece que las 5 recomendaciones que nos entrega, definitivamente, contribuyen a mejorar la relación con nuestros hijos y cambiar la forma en que conversamos.

Espero les sea de utilidad...




Un fuerte abrazo!

Yaneth

domingo, 10 de mayo de 2015

Las 7 "virtudes" de los padres perfectos de Gael Lindenfield

Hola mis queridos Padres Valientes!

En su libro, "Cómo Desarrollar la Autoestima en Niños y Adolescentes", Gael Lindenfield, expone las 7 virtudes de los padres perfectos. En este espacio quiero compartirles una síntesis personal de estas virtudes.

  1. Fortaleza: fuerza física y mental para hacerse cargo de criar a los hijos, mostrándose vigoroso y seguro para no necesitar el apoyo de los hijos hasta que ellos hayan alcanzado la madurez suficiente para brindarlo.
  2. Sensibilidad: ser capaz de reconocer las necesidades y emociones propias y de los hijos, usando la intuición para tomar las decisiones más adecuadas para ellos, respetando la individualidad de cada uno.
  3. Sociabilidad: procurar y disfrutar de establecer relaciones con otras personas, crear espacios para el disfrute, confiar en los demás y disfrutar el trabajar en equipo, generar opciones para que los hijos se relacionen con personas de diferentes edades y condiciones. Abrir las puertas de la casa para los amigos de los padres, pero también para los amigos de los hijos, de manera que se sientan a gusto.
  4. Competencia: mostrar interés en desarrollar el potencial personal, estar en la búsqueda de la mejora continua tanto en lo profesional como en lo personal. Desenvolverse bien en público, adquirir habilidades para una adecuada comunicación, compartir el conocimiento con los hijos, mostrar interés por escucharlos y aprender de ellos.
  5. Estimulación: ser enérgicos, ayudar y promover que los hijos participen de diferentes actividades, proveerlos con materiales, recursos y oportunidades para fomentar su entusiasmo y entretenimiento. Tener creencias positivas sobre uno mismo, sobre los demás y sobre el mundo, esto les aporta energía.
  6. Sensatez: ser creativos e innovadores, sin perder de vista la realidad, proveer seguridad económica y estabilidad para que los hijos pueden estar tranquilos de que sus necesidades básicas estarán satisfechas.
  7. Sentido de éxito: buscar vivir una vida de provecho, aportando su mayor potencial, fijarse metas retadoras, pero alcanzables y generalmente lograrlas. Saber disfrutar de la vida y los logros, mostrando una sensación de bienestar que hace que los hijos quieren emular estas acciones.
Con toda honestidad, no se si al incorporar estos hábitos en nuestra vida nos convertiremos en padres perfectos, ni si quiera estoy segura del significado de este término, y menos de que sea posible, pero creo que será muy positivo para la familia y para los hijos, en términos de crear felicidad.

De nuevo, la tarea de crear hijos felices nos plantea varios retos, pero bien vale la pena ir por ello.

Un fuerte abrazo!

Yaneth

lunes, 4 de mayo de 2015

Artículo: ¿Cómo educar niños felices y emocionalmente fuertes?

Hola mis queridos padres valientes.

Hablando de emociones les quiero compartir este artículo que me encanto, da unos tips muy interesantes a considerar en la educación de nuestros hijos.



http://lamenteesmaravillosa.com/como-educar-ninos-felices-y-emocionalmente-fuertes/

Un fuerte abrazo!

Yaneth