domingo, 14 de junio de 2015

Los 7 "pecados" de los padres que "no son lo bastante buenos" - Gael Lindenfield

Hola mis queridos Padres Valientes!


En una de las ediciones anteriores compartí las 7 virtudes de los padres perfectos, del libro, "Cómo Desarrollar la Autoestima en Niños y Adolescentes", Gael Lindenfield. En esta ocasión quiero compartir los 7 "pecados" de los padres que "no son lo bastante buenos" del mismo libro. A continuación una síntesis del apartado al que hago referencia.


  1. Egoísmo: querer que los hijos satisfagan, en primer lugar y por encima de todo, sus necesidades como padres. Manipular a los hijos para que se desempeñan en algo de lo que los padres puedan sentirse orgullosos. Darle prioridad a las necesidades y placeres de los padres por encima del desarrollo de sus hijos.
  2. Ojeriza: valerse de su figura de autoridad y no respetar los derechos de sus hijos, en diferentes formas: herir física y emocionalmente a sus hijos, descargar ira y odio en ellos, negar comodidades porque los padres no las tuvieron, procurar derrotar a sus hijos por todos los medios, decir siempre la última palabra, estropear el orgullo que sienten los hijos por un éxito obtenido, valorando más los éxitos y logros personales del padre.
  3. Infalibilidad: mostrarse superiores al decir lo qué es mejor, no valorar lo que hacen los hijos, indicar con absoluta seguridad el significado y la finalidad de la vida impidiendo que los hijos desarrollen su propio significado, no confesar sus errores, ser incongruentes en lo que exigen y hacen.
  4. Escepticismo: desalentar constantemente destacando lo que podría ir mal, cómo podría hacer mejor las cosas, sembrar desconfianza de la gente, de ellos mismos y del mundo.
  5. Pesadumbre: padres que mantienen un sentimiento de pena hacia ellos tan grande que les impide acompañar a sus hijos en vivir la alegría de la vida, miran el pasado constantemente con nostalgia, como si fuesen los únicos tiempos buenos posibles para ellos, enseñan a sus hijos a sentir pena por ellos e incluso a cuidarlos por encima de sus propias necesidades, aferrarse a su dolor y tristeza de manera que les impida disfrutar de los éxitos y logros de sus hijos, colocar en los hijos la responsabilidad de sanar o compensar la vida de sus padres siendo o haciendo algo que los padres desean.
  6. Servilismo: padres que están al servicio de todo lo que se les pide, logrando un nivel de cansancio y amargura que agota la alegría y la energía para acompañar a sus hijos. Hacer demasiado por sus hijos para después demandar y sentirse postergados. Mostrar falta de respeto o de gratitud.
  7. Estancamiento: resistirse al cambio y a las nuevas ideas, controlar demasiado a los hijos para que estén seguros y haciendo aquello que los padres consideran adecuado, dejar poco espacio para la espontaneidad y para enfrentarse a situaciones nuevas e interesantes, descubrir nuevos horizontes.
Es increíble como con en nuestro afán por proteger a nuestros hijos podemos hacerle mucho daño mermando su autoestima. Esta información es una invitación a cuestionar ciertas conductas limitantes que podríamos tener hacia nuestros hijos y cambiarlas.

Un fuerte abrazo!

Yaneth

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