Hola mis queridos Padres Valientes!
En su libro, "Cómo Desarrollar la Autoestima en Niños y Adolescentes", Gael Lindenfield, expone las 7 virtudes de los padres perfectos. En este espacio quiero compartirles una síntesis personal de estas virtudes.
- Fortaleza: fuerza física y mental para hacerse cargo de criar a los hijos, mostrándose vigoroso y seguro para no necesitar el apoyo de los hijos hasta que ellos hayan alcanzado la madurez suficiente para brindarlo.
- Sensibilidad: ser capaz de reconocer las necesidades y emociones propias y de los hijos, usando la intuición para tomar las decisiones más adecuadas para ellos, respetando la individualidad de cada uno.
- Sociabilidad: procurar y disfrutar de establecer relaciones con otras personas, crear espacios para el disfrute, confiar en los demás y disfrutar el trabajar en equipo, generar opciones para que los hijos se relacionen con personas de diferentes edades y condiciones. Abrir las puertas de la casa para los amigos de los padres, pero también para los amigos de los hijos, de manera que se sientan a gusto.
- Competencia: mostrar interés en desarrollar el potencial personal, estar en la búsqueda de la mejora continua tanto en lo profesional como en lo personal. Desenvolverse bien en público, adquirir habilidades para una adecuada comunicación, compartir el conocimiento con los hijos, mostrar interés por escucharlos y aprender de ellos.
- Estimulación: ser enérgicos, ayudar y promover que los hijos participen de diferentes actividades, proveerlos con materiales, recursos y oportunidades para fomentar su entusiasmo y entretenimiento. Tener creencias positivas sobre uno mismo, sobre los demás y sobre el mundo, esto les aporta energía.
- Sensatez: ser creativos e innovadores, sin perder de vista la realidad, proveer seguridad económica y estabilidad para que los hijos pueden estar tranquilos de que sus necesidades básicas estarán satisfechas.
- Sentido de éxito: buscar vivir una vida de provecho, aportando su mayor potencial, fijarse metas retadoras, pero alcanzables y generalmente lograrlas. Saber disfrutar de la vida y los logros, mostrando una sensación de bienestar que hace que los hijos quieren emular estas acciones.
Con toda honestidad, no se si al incorporar estos hábitos en nuestra vida nos convertiremos en padres perfectos, ni si quiera estoy segura del significado de este término, y menos de que sea posible, pero creo que será muy positivo para la familia y para los hijos, en términos de crear felicidad.
De nuevo, la tarea de crear hijos felices nos plantea varios retos, pero bien vale la pena ir por ello.
Un fuerte abrazo!
Yaneth
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